Las piscinas de Bajamar son un conjunto de piscinas de agua marina situadas en una zona de acantilados en la costa norte de Tenerife, dentro del municipio de San Cristóbal de La Laguna.

El conjunto lo componen dos grandes piscinas que se llenan de agua con la fuerza del océano Atlántico, y una tercera de menor tamaño pensada para los más pequeños, también de agua de mar. Las piscinas se encuentran a cielo abierto,  separadas del océano por un muro de piedra volcánica y protegidas de la fuerza de las olas por una escollera situada a unos pocos metros.

En los alrededores de las piscinas de Bajamar encontrarás bares y restaurantes de todo tipo, muchos de ellos especializados en productos del mar.  Un largo paseo marítimo recorre gran parte de la costa, con edificios residenciales, apartamentos turísticos y los acantilados como protagonistas. También aquí se ubica el conocido como Faro de Bajamar, un pequeñísimo faro que ilumina la costa al anochecer y una playa de arena negra frecuentada por vecinos de la zona.

Las piscinas de Bajamar son toda una atracción popular por su belleza y tranquilidad, especialmente populares entre residentes de la isla y no tanto entre turistas. Son el lugar perfecto para relajarse y disfrutar del sol y el mar, e ideales para nadar, bucear y hacer snorkel.

Ubicación y accesos

A Bajamar se puede llegar por carretera desde cualquier punto de la isla, acercándote a La Laguna y tomando la carretera TF-13, a través de la cual, siguiendo las indicaciones, llegarás a Bajamar. En los alrededores de las piscinas encontrarás aparcamientos.

También es posible llegar utilizando el transporte público de guaguas de la isla, concretamente la línea 050 que parte desde el Intercambiados de La Laguna.

Los accesos a las piscinas se encuentran acondicionados para facilitar la entrada, contando con escaleras y también con rampas para personas con movilidad reducida.

A tener en cuenta antes de ir

Los días en los que el mar se encuentre agitado y el oleaje sea más agresivo de lo normal, se recomienda evitar el baño en las piscinas. De hecho, es muy probable que si se dan esas condiciones las autoridades prohíban acceder a ellas. Recuerda que son piscinas al aire libre y las olas pueden entrar con fuerza y arrastrarte a mar abierto o golpearte contra las rocas.

Aún así, en esos días, aunque el baño no sea posible, el espectáculo natural de las olas rompiendo contra el dique y el agua entrando en tromba a las piscinas es una imagen que merece la pena presenciar.