El Mirador de El Lance se construye en un peñasco alto y escarpado en el municipio de Los Realejos, en la zona norte de Tenerife.

Se encuentra en la carretera que baja de Icod el Alto en dirección a Los Realejos (TF-342), y lleva este nombre porque en el pasado se lanzaban troncos de árboles hacia un aserradero que existía en Tigaiga, en la parte baja de este risco.

Importancia histórica del lugar

Este lugar tiene relevancia histórica por los hechos que tuvieron lugar durante el año 1496.

Por aquel entonces la conquista castellana del archipiélago ya había comenzado. Tenerife estaba habitada por el pueblo guanche, habitantes pre-hispánicos de la isla, que se organizaban territorialmente en menceyatos.

El mencey Bentor, una especie de caudillo o rey aborigen, era el encargado del menceyato que ocupaba esta zona de Tenerife. Ante el inevitable avance de las tropas castellanas, Bentor decidió llevar a cabo un suicidio ritual para evitar ser capturado o rendirse a los europeos, lanzándose por la ladera en la que ahora se erige el mirador.

El mirador

En el lugar hay una llamativa figura de bronce en recuerdo al mencey Bentor, además de un bar-cafetería para descansar y disfrutar de las vistas.

Desde lo alto de El Lance es posible disfrutar de unas vistas sin obstáculos del Valle de La Orotava, y de tres municipios: La Orotava, Puerto de la Cruz y Los Realejos.